Orientaciones sobre evaluación
Consideraciones y Objetivo del Documento
La evaluación como tal es ya un proceso laborioso en lo presencial, que sin duda supone un desafío, tal vez mayor en las aulas virtuales. Por ello la construcción de este documento para que sirva de orientación respecto de las prácticas evaluativas que debemos realizar en el contexto de no presencialidad en el que nos encontramos.
Como hemos dicho, considerar el uso de tecnologías de información para verificar cómo han aprendido nuestros y nuestras estudiantes podría aportar varios beneficios, ya que -metodológicamente- la evaluación usando tecnologías digitales, aporta a través del uso de distintos formatos que contribuyan a la expresión de aprendizajes de manera multimedial y holística, abarcando competencias transversales que con métodos tradicionales difícilmente se logra. Claro está que hay que señalar que el impacto en este proceso hay que situarlo en las actividades que diseñan y desarrollan los y las docentes con los y las estudiantes, en conjunto con las posibilidades que ofrecen las TIC.
En cualquier caso, esta importante empresa requiere que las y los docentes ajustemos las metodologías y por tanto se recomienda no “digitalizar” los procesos evaluativos y simplemente virtualizarlos, por ejemplo, “subiendo” una prueba a SiveducMD. Debemos pensar en instrumentos evaluativos que se adapten al contexto que vivimos, a las características y condiciones materiales de nuestras y nuestros estudiantes, conectividad, condiciones ambientales, por ejemplo.
Evaluar, muchas veces, permite poner el foco no sólo en la docencia (¿qué tipo de curso hago? ¿para qué lo hago?), sino que también posibilita coorganizar el proceso aprendizaje, es decir, hace que los y las estudiantes igualmente pueden reflexionar respecto de su proceso en función de las evaluaciones, por ello es muy importante, en este contexto de despliegue de docencia no presencial repensar la evaluación en nuestras prácticas docentes e idear nuevas maneras de evaluar.
Es necesario enfatizar en que la evaluación constituye una pieza fundamental del proceso formativo y que debe comprender en todo caso como una instancia integrada con las actividades de enseñanza de aprendizaje.
Con todo esto, la Evaluación ha de cumplir dos funciones: certificar aprendizajes hacia el exterior del sistema educativo y retroalimentar al estudiantado para ajustes y mejorar en lo aprendido.
Los lineamientos de este documento representan una guía con la cual cada profesor o profesora puede apoyar y, por supuesto, mejorar gracias a sus propias habilidades y experiencias y el contexto en el que se desempeña.
Evaluar no es solo “poner notas”: cinco claves
1
Las evaluaciones son la recopilación de evidencias del aprendizaje de los y las estudiantes y para lograrlo, debemos establecer criterios e indicadores claros que intenten recoger de forma auténtica esa información.
2
La evaluación debe ser coherente con los aprendizajes y el nivel de logro de las competencias comprometidos en cada asignatura.
3
Debemos evaluar pensando en desarrollar habilidades de los y las estudiantes.
4
Es importante retroalimentar a los y las estudiantes. Recordemos que evaluar es parte de un proceso formativo. Una buena retroalimentación permite a los y las estudiantes valorar sus avances e integrarse a su proceso de aprendizaje.
5
Hacer que los y las estudiantes se integren al proceso de evaluación mediante coevaluaciones y autoevaluaciones permite generar confianza y un ambiente seguro de aprendizaje.
¿Qué significa Evaluar en nuestro contexto?
La evaluación puede entenderse como un proceso de recogida de información y análisis de la misma para hacer un juicio de la progresión y la calidad del aprendizaje de un estudiante que cursa una asignatura dentro de un proceso formal, es decir, en un sentido amplio, acreditar que una persona ha aprendido. Un ejercicio desafiante para toda y todo docente, puesto que debemos generar evidencias, a través un instrumento, de un proceso donde una o un aprendiz mejoró cualitativamente su habilidad, destreza o estado de conocimiento, desarrollado durante la asignatura que como profesoras o profesores guiamos.
Si bien, hay elementos procedimentales establecidos en la literatura y en nuestras normativas de la UACh , la evaluación es una práctica situada, o sea, se ejecuta como actuaciones intencionadas y planificadas por el o la docente en contextos específicos en lo cuales se despliega su curso. Sin lugar a duda podemos decir que debe haber evaluaciones coherentes con los resultados de aprendizaje que buscamos y por supuesto, coherentes con los métodos docentes que utilizamos.
Dicho esto, podemos concluir que una buena Evaluación en el contexto de la UACh¹ es aquella que tiene una alta coherencia entre objetivos, contenidos y metodologías docentes usadas, que utiliza una diversidad de instrumentos (tipos de pruebas y modalidades de autonomía) y que promueva evaluaciones situadas en contextos reales.
¿Qué evaluamos?
La evaluación puede entenderse como un proceso de recogida de información y análisis de la misma para hacer un juicio de la progresión y la calidad del aprendizaje de un estudiante que cursa una asignatura dentro de un proceso formal, es decir, en un sentido amplio, acreditar que una persona ha aprendido. Un ejercicio desafiante para toda y todo docente, puesto que debemos generar evidencias, a través un instrumento, de un proceso donde
a) Evaluar de competencias implica evaluar al estudiante respecto a sus ejecuciones/evidencias , entonces, los instrumentos de evaluación deben ser capaces de recoger las evidencias de estas ejecuciones.
b) En el proceso de evaluación de competencias se debe comparar el desempeño real actual del estudiante con un criterio de desempeño pre-establecido.
c) En la evaluación de competencias deben ser considerados todos los dominios del aprendizaje, es decir, los conocimientos, valores, actitudes y las habilidades de un estudiante para verificar el logro de una competencia.
A nivel de Perfiles de Egreso, a través del transcurso de los semestres las competencias se van evaluando desde un nivel de dominio básico hasta uno avanzado.
Para evaluar las competencias en sus distintos niveles de desarrollo, se operacionaliza en indicadores de desempeño y en “Resultados de Aprendizaje”, entendiéndose este último como aquello que se espera que el estudiante sea capaz de lograr como resultado de un proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto debe reflejarse en el programa de la asignatura, donde por “Unidades de Aprendizaje” se asocian a Resultados de Aprendizaje que las y los estudiantes deben lograr.
Diseñar nuestros cursos y por lo tanto nuestras evaluaciones por competencias busca combinar el conocimiento conceptual con el aprendizaje de destrezas y habilidades para el desarrollo integral y profesional, es decir, pensar en para qué le sirven los conocimientos a nuestras y nuestros estudiantes.
¿Cómo podría evaluar?
En el contexto actual de Docencia No Presencial, la principal herramienta institucional de Evaluación es SiveducMD, plataforma que permite crear 16 tipos diferentes de preguntas, la mayoría cerradas al diseñar una evaluación. En el caso de requerir diseños más abiertos, como preguntas de desarrollo, se puede estructurar preguntas de las opciones “Respuesta Corta” o igualmente “Ensayo”. Adicionalmente, SiveducMD posee las actividades de TALLER, TAREA y FORO y permite recibir respuestas de desarrollo de parte de las y los estudiantes en formularios o directamente permitiendo adjuntar archivos. Se reitera lo aconsejable de establecer una guía de la actividad donde se definan los parámetros de participación, formalidades y aprendizajes esperados.
En caso de optar por preguntas cerradas como las mencionadas anteriormente, se aconseja tomar, por ejemplo, un control escrito con preguntas de selección múltiple, tal como lo configurar la aleatorización de preguntas y de llas opciones de respuesta para que no se repitan los formatos de la prueba.
Asimismo, es muy útil desarrollar pruebas piloto para verificar el desarrollo de un instrumento, desde el punto de vista de la comprensión del proceso por parte de los partícipes, como de la minimización de problemas logísticos, como por ejemplo de conectividad.
Sin perjuicio de lo anterior, es fundamental en un contexto como el actual, tener dentro de la metodología evaluativa una planificación que involucre una manera de actuar en caso de determinados problemas que impidan la realización de la evaluación, por ejemplo a través de la explicitación de un protocolo que indique que la o el estudiante que tenga problemas durante el desarrollo de una prueba se comunique en un plazo establecido y un modo oficial (correo institucional, fono, etc) con el docente para exponer los antecedentes. Adicionalmente dicho protocolo debe explicitar la forma en que el estudiante podrá continuar la prueba o rendir una nueva, según sea el caso.
Es fundamental que ese protocolo se conozca con antelación al desarrollo de la prueba y que la y el estudiante tenga claro aspectos como si es necesario acreditar identidad y si los contenidos deben ser los mismos.
En contextos de No Presencialidad, es muy recomendable, de todos modos, desarrollar instrumentos evaluativos que vayan más allá de lo literal, como por ejemplo a través de trabajos de investigación que se orienten a preguntas de desarrollo y reflexión sobre los contenidos tratados en las clases y no solamente a una revisión bibliográfica que se pueda encontrar fácilmente en internet, por medio de tareas, creación de wikis, foros, etc.
Asimismo existen otros recursos TIC muy interesantes para trabajar métodos evaluativos en una clase, denominados, sistemas de respuesta inmediata o más coloquialmente llamados tecleras, como Kahoot¹, Socrative² o Mentimeter³, por mencionar algunos que ya usan docentes de la UACh. Estas app (funcionan con celulares y web) permiten monitorear aprendizajes y, a la vez, estimular la participación en clases a través de herramientas que de por si generar un efecto motivador en las y los estudiantes.
La plataforma de videoconferencias Zoom, instrumento por el cual hemos mantenido el contacto con las y los estudiantes, igualmente ha sido utilizada como una manera de mediar la toma de una evaluación oral, sin embargo este mecanismo exige con mayor rigurosidad aún la objetivación de los aspectos a evaluar y sobre todo el protocolo ante problemas de realización de la misma evaluación.
SiveducMD: Cuadro Resumen
Habilidad Competencia |
Tipo | Tiempo | Instrumento | Recurso |
Identificar Analizar Evaluar |
Grupal | Asincrónico | Evaluación | SiveducMD |
Aplicar Demostrar Evaluar |
Grupal | Asincrónico | Taller | SiveducMD |
Analizar | Individual | Sincrónico | Tarea/texto | SiveducMD |
Analizar Aplicar |
Grupal | Asincrónico | Tarea/archivo | SiveducMD |
Analizar Criticar Evaluar |
Individual | Sincrónico | Cuestionario | SiveducMD |
Demostrar | Individual Grupal |
Sincrónico | Presentación oral | Zoom Teams |
Crear Criticar Evaluar |
Individual Grupal |
Asincrónico | Foro | SiveducMD |
Crear Criticar Evaluar |
Grupal | Asincrónico | Wiki | SiveducMD |
Tiempo
La determinación del tiempo asignado a una evaluación está en directa relación con el tipo de evaluación y la complejidad de esta. Si como profesor estoy intentando verificar el desarrollo de aprendizajes a través de actividades que impliquen la reflexión o el trabajo en equipo, debo considerar un tiempo adicional a lo tradicional.
En cualquier caso, no debe considerarse el mismo tiempo de desarrollo de una prueba en aula, toda vez que en el contexto de no presencialidad y teletrabajo, hay aspectos ambientales que muchas veces podrían jugar en contra de la realización de la prueba tal como lo diseñamos, como circunstancias familiares, problemas de electricidad, conectividad, por mencionar algunas.
SiveducMD y Zoom pueden/deben ser un espacio que fomente el autoaprendizaje y el trabajo autónomo. Para ello las evaluaciones asincrónicas son un buen instrumento pues podrían permitir al o la estudiante desarrollar o resolver algún problema complejo, por ejemplo informes de investigación o de lecturas.
De todos modos, si bien es cierto que una de las grandes ventajas de realizar las evaluaciones de manera digital, es la automatización, sistematización y seguimiento de los resultados de las pruebas o test tomados, se recomienda no poner como centralidad en la asignación de puntajes o calificaciones, tomando a las TIC como un apoyo y no como una definición en la acreditación de los aprendizajes. Se solicita que los plazos de entrega de calificaciones se ajusten, como máximo, a lo contenido en el Reglamento Académico Estudiantil.
Cuando evalúo, ¿Producto final o proceso?
Evaluaciones de proceso
a) Evaluar de competencias implica evaluar al estudiante respecto a sus ejecuciones/evidencias , entonces, los instrumentos de evaluación deben ser capaces de recoger las evidencias de estas ejecuciones.
b) En el proceso de evaluación de competencias se debe comparar el desempeño real actual del estudiante con un criterio de desempeño pre-establecido.
c) En la evaluación de competencias deben ser considerados todos los dominios del aprendizaje, es decir, los conocimientos, valores, actitudes y las habilidades de un estudiante para verificar el logro de una competencia.
Evaluaciones intermedias
Serán concordantes con las etapas que he planificado, por lo tanto responderán a distintos pasos que quiero dar para lograr las metas de mi asignatura. Las evaluaciones intermedias deben ser replicables tanto en la virtualidad como en lo presencial. Un quiz por ejemplo.
Evaluaciones finales
Deben orientarse a medir aprendizajes complejos, analizar, aplicar, evaluar. Es aconsejable evitar la evaluación de contenidos o las que se relacionen con lo memorístico, puesto que estas evaluaciones no necesariamente acreditan el logor de competencias y posibilitan cometer fraude académico ya que los contenidos son rastreables en internet.
Evaluaciones formativas
Al igual que las anteriores, tendrán el formato que como docente mejor se acomode a los objetivos de mi curso. En éste caso, el instrumento me ayudará a corroborar si se han alcanzado o no los aprendizajes. Debe ser retroalimentada para mostrar a los y las estudiantes, las falencias, errores y/o necesidades de reforzamiento para lograr los aprendizajes. Se recomienda que las evaluaciones sean parcializadas, resguardando no acumular elementos que evaluar. Según los resultados de aprendizaje y las actividades realizadas durante el curso para cumplir con esas metas, la ponderación de cada evaluación no debería exceder el 40% de la nota final.
Retroalimentación: un aspecto clave
Es muy importante informar con claridad los criterios que utilizaré en mis evaluaciones, tiempos, ponderaciones, disponibilidades y fechas de las evaluaciones. Es altamente aconsejable socializar y acordar esos criterios con las y los estudiantes, de modo que ellas y ellos se impliquen y comprendan el proceso de evaluación, que logren comprender por qué y para qué se les evalúa de esa manera.
Estar distanciados físicamente no quiere decir que lo estemos comunicativa o simbólicamente y en educación este elementos es clave. Los horarios de consulta o tutoría cobran especial relevancia en momentos de docencia No presencial por lo que hacemos incapié en explicitar esto y sobre todo en Evaluación. Es recomendable establecer un horario de consultas luego de cada evaluación con la finalidad de retroalimentar los resultados. En éste caso se puede recurrir a un foro donde se publiquen los resultados generales, de esa manera podremos abordar algunas preguntas frecuentes de estudiantes disminuyendo así las cantidad total de consultas, que podemos abordar posteriormente por Zoom.
Muestre los criterios que se utilizaron para la evaluación. Con la misma rúbrica mostrada al inicio de la evaluación, pero con los resultados expuestos. Diseñe actividades en las que sus estudiantes sean parte de autoevaluaciones y/o coevaluaciones. De ésta forma usted entregará un rol activo a sus estudiantes y mejorará la autoestima y motivación de sus estudiantes. Aquí necesitamos indicadores de logro precisos que eviten que los y las estudiantes tengan espacio para actuar de manera libre y evaluar de forma emocional a sus compañeros y compañeras.
Las y los Docentes somos mediadores entre contenidos y recursos que hemos puesto a disposición de mis estudiantes, y ayudaré en la lectura y análisis de los mismos, potenciando el trabajo autoregulado de los y las estudiantes.
Algunas consideraciones para hacer una clase
1
Debo integrar mis actividades del curso, al planificar, durante la clase y a la hora de evaluar al finalizar.
2
Las evaluaciones deben tener en cuenta algunos principios básicos. Así como la clase tiene momentos particulares (inicio, desarrollo, cierre), la planificación de la clase también tiene momentos diferentes y las evaluaciones deben orientarse hacia esos momentos.
3
Preclase: puedo hacer evaluaciones de tipo formativo o diagnósticas para conocer el estado de los conocimientos previos de mis estudiantes.
4
Clase: puedo hacer evaluaciones breves dentro de mi clase. No es necesario crear un instrumento extenso para evaluar al finalizar. Si mi clase es hecha por Zoom, podemos utilizar la herramienta sondeos (encuestas) para hacer preguntas que refuercen algunos conceptos mientras la clase se desarrolla.
5
Podría ser importante finalizar la clase con preguntas metacognitivas. ¿Qué aprendí? ¿Cómo lo hice? ¿Me sirve? De esta manera damos un cierre adecuado a la clase y nuestros y nuestras estudiantes tienen la posibilidad de autoevaluarse en relación a lo recién aprendido.
6
Postclase: evaluar mediante tareas más complejas sobre los contenidos o actividades vistas en la clase, para así ampliar los aprendizajes de los y las estudiantes. Por ejemplo, dejar un foro abierto para la discusión.
Matrices de evaluación o rúbricas
Otro elemento clave en el diseño de instrumentos evaluativos es el uso de matrices que expliciten y aclaren lo que se está evaluando: Rúbricas. Según Díaz-Barriga (2005), las rúbricas son guías, plantillas o escalas de evaluación donde se establecen niveles progresivos de dominio relativo al desempeño que un estudiante o un grupo muestran respecto de un proceso determinado. Esta manera de diseñar la evaluación es un apoyo clave en los aprendizajes, pues permite una evaluación integral y formativa (Conde y Pozuelo, 2007), así como orientación y evaluación de la práctica educativa en si misma (Hafner, 2003 [22]; Wamba et al. 2007) .